jueves, 3 de diciembre de 2009

Defensa de un Sistema de Drenaje de la Economía Popular


Los Bancos y entes financieros avasallados por la fuerza liberal de la globalización están actuando de acuerdo con formas establecidas en sus países de origen sin considerar que el Perú es un país con fronteras propias, es un estado con un gobierno propio, elegido por sus votantes connacionales y con legisladores que, cumpliendo con sus juramentos, tienen y deben velar por la economía de los peruanos de acuerdo a la realidad nacional y eso es ahora. Ya. Porque el poder económico está actuando tal y cual un cliché de propaganda que presenta a un ciudadano ahogándose a quien le piden, sus datos personales y le advierten que se ahogará.

Así estarían actuando los señores de la Banca y Financieras soltando cortinas de humo como estrategias para distraer a Congresistas y al Gobierno mismo y no tiendan el punto de solución para quienes en un momento dado contribuyeron al movimiento económico del país, endeudándose comprometiendo con ello su fuerza de trabajo y su futuro, más la indolencia de quienes "sirven bien" a sus patrones, hacen que se pronuncien en contra de una real solución con beneficios para todos como se escucha ya de los señores Congresistas del Gobierno mismo.

Algunos ejecutivos orgullosos de su antipatria y su servilismo como en otras urbes extranjeras pretenderán torcer la voluntad del Congreso que como corresponde a un poder del Estado, con imparcialidad, aprobar un dispositivo legal para que deudores y entidades crediticias cumplan dentro de un marco legal, con sus obligaciones tal cual lo exige la realidad que vive el pueblo peruano que trabaja y produce día a día para que no sea mancillado su futuro y el de sus hijos por exigencias que frisan en lo inhumano e inconsciente, ya que ellos los acreedores y nosotros el pueblo en general, vivimos y palpamos la realidad económica social, es por ello que debe, ya, actuar de manera justa sin aceptar interferencias de quienes saben que no hacerlo sólo producirán males, semejantes a un terremoto en las familias peruanas.

A la naturaleza se le perdona, pero a los seres pensantes tenemos que decirles ¡BASTA YA!

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