lunes, 21 de diciembre de 2009

En el Día de la Madre


Estoy seguro que todos estamos de acuerdo en que el determinado Día de la Madre dura tanto como dura un Siglo o dura la eternidad y así dura la ternura y el cariño entregado por ella a sus hijos en su corto paso por este: múñelo para tristeza de los hijos que la hemos perdido.

Hoy que las dificultades se multiplican para que una madre pueda criar a sus .hijos ante cierta indiferencia de quienes desde el lugar que ocupan dentro de una sociedad que cada vez se endurece más, actúan con indiferencia ante el dolor y sufrimiento de las madres de aquellos niños que sufren necesidades.

ENAPU PERÚ S.A.

En la Empresa Nacional de Puertos S.A., participan entregando su fuerza de trabajo día a día para que nuestra empresa se distinga como la primera empresa de servicios en los puertos del Perú, mujeres madres, siempre en disposición de cumplir con las tareas más duras que exigen los servicios.

Es lamentable que quienes como hijos que son y que tienen las posibilidades; aún no entiendan que deben y tienen que resolver los problemas con oportunidad y justicia, evitando la prolongación del sufrimiento de una madre que debe sentirse como si fuera la propia.

En esta oportunidad quiero rendir pleitesía a nombre de todas las madres a una madre ISIS ROSAS quien fue despedida de su puesto de trabajo por el Fujimorato y sus esbirros, junto con 27 compañeros de trabajo que han convertido en símbolos de la Defensa del Derecho al Trabajo y a la dignidad de todos los portuarios por no haberse doblegado ante el poder del dictador recibiendo viles migajas a cambio de su puesto de trabajo y quien a partir de entonces cumplió con el papel de padre y madre para con sus hijos y a pesar de los años transcurridos continua en la lucha y habiendo cumplido con todo los requisitos necesarios para que se les restituya en sus puestos de trabajo, haciendo eco a una dictadura ya pasada, hay ejecutivos que se resisten a hacer justicia y creer en ella practicándola con los 28 compañeros de trabajo que fueron despedidos arbitrariamente.

Es para mi un honor poder saludar en estas líneas a todas las madres trabajadoras de la Empresa Nacional de Puertos S.A., a todas las madres peruanas y a todas las madres del mundo, así como también con lágrimas en los ojos a todas aquellas madres que tienen su reino en el corazón de sus lujos porque fueron llamadas por Nuestro Señor Todo Poderoso para que estén a su lado por toda la eternidad.

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