jueves, 3 de diciembre de 2009

Las minas del Rey Salomón


El tema de las minas del Rey Salomón es tan antiguo y misterioso como las que surgen en nuestros días a través del transporte público de pasajeros. Es tan inagotable el tema que ya se parece mucho a temas tan antiguos que pareciera no tener fin.

Hace más o menos 35 años el transporte urbano era ya un caos para su tiempo con mucho menos vehículos y mucho menos chóferes y por supuesto menos habitantes en las ciudades y así a seguido por siempre, siendo noticia cada cierto tiempo; sino revisemos su historia por lustros, gobiernos o administraciones y nos encontraremos con el mismo panorama, pero que lamentablemente hoy el aumento en pérdidas de capitales y vidas humanas va en orden ascendente cada día.

Tenemos conocimiento a raíz de los pronunciamientos de unos y otros quienes son los culpables, siempre históricamente los "chóferes", los "vehículos", según su tipo, hoy las llamadas "combis" ayer "ómnibus" y mucho más, antes los "colectivos" y así sucesivamente, con este tipo de argumentos no vamos a poder alcanzar verdaderas soluciones que salven vidas y capitales y sobre todo que cada uno de los actores en esta noble actividad desde autoridades, inversionistas y trabajadores cumplan cabalmente con su función para bien de la comunidad y el país en general.

Es el caso que hoy nuevamente surge la gran propuesta de un cambio (igual que hace más o menos 30 años), prescindir de los Micros chicos "combis" de "ómnibus" viejos y obsoletos, etc., etc. Asumiendo los; administradores posturas proteccionistas y paternalistas consejeros pitonisos, etc., etc.


Y surge pues la oposición más o menos razonable y el juego de los líderes bravíos, súper inteligentes que se hacen indispensables en la coyuntura de dimes y diretes, de estrategias por el sí y el no, de una razón y otra de igual forma en el frente administrativo del transporte por parte del estado y quienes lo representan y de empresarios más o menos como tales finalmente ganan lo que tienen que ganar, autoridades y empleados de ellas y dirigentes y súper dirigentes que avizoran el destino, pero que jamás se divulga en toda su amplitud por no convenir a intereses no son, tan santos, se diría, surgieron traidores y traídos etc. etc. Por no avenirse a ciertas estrategias, muchas veces planeadas entre fuerzas "antagónicas" pero que finalmente se alcanzan las metas propuestas.


Entonces la pregunta de rigor es quien pierde, son los usuarios como parte de nuestro pueblo, la economía que no se reproduce en el correr del tiempo las autoridades que tienen el buen deseo de alcanzar soluciones reales y duraderas y quienes aman lo bien hecho.

Por lo que proponemos:


Crear un proyecto, global que considere todos los aspectos, económicos, sociales, organizativos, empresariales, etc. etc.



Participación concertada (tan en boga hoy en día), técnicos, profesionales empresarios, propietarios, trabajadores, etc., etc.)


Abrir un programa de participación general con opiniones, propuestas etc. etc.


Eliminar la soberbia y la autosuficiencia de quienes creen saberlo todo y sin embargo ya el tiempo transcurrido en anteriores "reformas" de hace décadas nos da la razón, sino revisemos la historia del transporte público de pasajeros de nuestra capital Lima y otras ciudades de nuestro país, antes de seguir en la porfía vana y fútil.


ANTE EL AGUA, EL FUEGO Y LOS SISMOS, LOS POBRES SON LAS VÍCTIMAS

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